sábado, 29 de marzo de 2008

* Serenatas en el Libertador

La Orquesta Sinfónica de Córdoba ofreció un programa especial denominado "Serenata", en la Sala Mayor, con entrada libre y gratuita (ver "Lo que más cuesta - Teatro del Libertador").

A Sala casi colmada (casi, porque había poca gente en el Paraíso), se presentó en la Primera Parte "Serenata" op. 22 de Antonin Dvořák, y en la Segunda, "Una Pequeña Música Nocturna" de Wolfgang Amadeus Mozart.

Presentó ambas obras (y el bis, yapa o bonus "Pizzicatto polka" de Strauss) el Mto. Hadrián Ávila Arzuza, quien toma la iniciativa en cuanto a presentar previa y brevemente las obras que se ejecutarán, para educar, informar o recordar al público presente. Bravo.

No me detendré en las interpretaciones (no por malas, aclaro), diré simplemente que si se alternan este tipo de presentaciones (más "ligeras" y gratuitas), con una buena programación como antes de obras "serias", se va por buen camino, 4 años de la gestión "Reartes" después.

Hasta la próxima.

* Lo que más cuesta - Teatro del Libertador

En la portada de la Sección de Espectáculos del Diario La Voz Del Interior (bajo el título "El precio más bajo") se anuncia la labor de la Dirección del Teatro del Libertador en realizar conciertos gratuitos o a muy bajo precio de la Orquesta y la Banda Sinfónica.

Antes de seguir, y ya que la mencioné, quiero decir que de la antigua sección "Artes y Espectáculos", queda sólo la parte de "Espectáculos" o -lo que es lo mismo- mucho del soberbio cuarteto cordobés (con el Padre de la Córdoba actual, su Santidad, La Mona, a la cabeza), rock y pop bien comercial, televisión de la buena (mucho Marley), la excelente temporada teatral de Villa Carlos Paz, Aquiles Comento y demás espectaculares shows de gran calidad que hacen las delicias de los lectores...

Bueno, algo queda de "Artes" entre tanto espectáculo reseñado con ironía: lo que escriben Santiago Giordano, Celina Alberto, Daniel Santos (en este caso) y me olvido de alguien más... es que cuando escriben de "Artes", les dan tan poco espacio... encima imprimen con tantos, pero tantos errores de todo tipo, que uno se pregunta si les costará mucho a los responsables de la edición (y del Diario) comprar y leer un librito de Lengua, usar un Diccionario... o probar con el corrector de Word al menos.

Siguiendo con lo que nos ocupa (lo anterior más bien preocupa), haré un breve análisis de lo que se vierte en la nota.

Comienza hablando de lo bajas que se han puesto las entradas en el Libertador este año, entonces pienso: "La verdad que sí, comparando con lo que salieron en la noche de cierre de temporada del año pasado, con el Concierto de escaso valor artístico (pero grande monetariamente hablando) de Volonté y Sra, pasar de una platea a $ 80, cazuela a $ 60, tertulia a $ 40, paraíso a $ 20y palco a $ 320, a gratis... es un gran paso.".

"“Nosotros insistimos en que la programación tiene que ser de alta calidad, y accesible para todos. De este modo cumplimos con el rol social y cultural que debe tener un teatro del Estado”, asegura Marcela Reartes, directora del teatro." Aplaudo que tras cuatro años al frente del Teatro, la Profesora mantenga sus objetivos, con los que concuerdo desde el primer día en que asumió y que me llevaron a escribir una Carta a Correo de Lectores de La Voz que me fue felizmente publicada. Lo que no aplaudo tanto es que, justamente, tras cuatro años de estar al frente del Teatro del Libertador, los haya cumplido a veces, aleatoriamente.

La Directora del Teatro del Libertador desde el año 2004, Prof. Marcela Reartes, nos dice (o insiste, según la nota): "Reartes insiste en la idea de que el teatro “no es de largo y de frac” sino que tiene que tener una apertura y una función social. La primera medida de acercamiento es a partir del costo, y luego hay que redefinir una política integral. Para eso también es necesario implementar la venta con tarjetas de crédito (hubo una experiencia fallida en 1999), que permitirá al público comprar sus entradas en cuotas, y redefinir un sistema de abonos."

"La primera medida de acercamiento es a partir del costo", nos enseña la Profesora... ¿Luego de cuatro años de gestión nos dice que se va a aplicar en serio esta medida? Yo hace más de cuatro años que insisto con que el Estado debe ir a pérdida económica (de ser necesario) en cuanto a la producción de ópera, ballet, conciertos sinfónicos, corales, etc, porque puede haber pérdida económica si se hacen, pero la pérdida social y cultural es mayor si no se produce arte desde el Estado.

"“Todavía está pendiente la tarea de acercar público; formarlo a partir de presentaciones didácticas, con una salida hacia sectores no tradicionales, a través de conciertos que haremos para operarios de fábricas y otros sectores”."

Esta vez insisto yo: ¿en 4 años no lo han podido hacer? ¿Por qué el Teatro del Libertador no tiene un presupuesto mayor?

"La clave para poder contar con un ciclo de abonos tiene que ver con la definición de una programación anual, concreta y completa, y sin margen a errores ni cambios. La funcionaria del Libertador dijo que es prioritario tener cerrado el 2008 para poder empezar a trabajar de inmediato en 2009."

¡Hace 4 años que la pido! El 2008 ya tendría que haber estado cerrado en el 2007 o antes.

“Vamos a probar un sistema de ticketeras que permitirá la venta con tarjetas". De este modo ¿se acabarán las entradas de favor?

¿También se podrá acabar con la gente que llega tarde a la función y se la deja pasar? Es insoportable que en medio de una obra sinfónica o de ópera, se sienta el rechinar de las puertas al abrirse, el crujido de las tablas al caminar, las excusas y saludos de quienes llegan tarde y se les deja pasar cuando lo que se tendría que hacer es cerrarles la puerta y, a lo sumo, dejarlos pasar en el entreacto, intermezzo o intervalo.

¿Y qué decir de aquellos que uno encuentra sentados en los mejores lugares de paraíso, cuando uno ha estado en el primer lugar una hora antes haciendo cola en la puerta del Teatro? ¿Y de los que van con bebés? ¿Y de... ETC?

Hacen falta órdenes de algún Directivo con sentido común y algo más para que el Personal de Sala las aplique, para acabar con estas cosas. Van 4 años y parece que nunca se les ocurrió.

Ésto era un breve análisis, así que lo dejo aquí; siento que me repito más que el ajo, como dicen los españoles.

Terminando, una frase que hace muchos años me citó mi papá: "Antes me fijaba en lo que decían, ahora me fijo en lo que hacen". Seguiremos viendo qué hacen y remarcando lo que solamente dicen.

jueves, 20 de marzo de 2008

* Una Viuda con Sabor a Poco

En la calurosa noche cordobesa del 19 de Marzo, se reponía La Viuda Alegre producida por la Compañía A Cuerda en el remodelado Teatro Real (había sido estrenada el año pasado, en el Aula Magna de la Facultad de Ciencias Exactas).

Calurosa y larga se hacía la espera en la cola para entrar a la Sala, sobretodo cuando habiendo preguntado "¿Cuándo se habilita la Sala?" al personal de boletería, uno recibió por respuesta "A las 20:30, más o menos". Como el folleto anunciaba la función a las 21 h, sonaba lógico. Entonces uno esperaba desde las 20:10...

Pero el Teatro Real nada tiene de lógico, ni aún remodelado (la lógica diría: ¡enciendan el aire acondicionado!) y la espera se extendió hasta casi las 21 h para recién poder entrar a la sala Carlos Giménez (con "G", no con "J" como ponen en La Voz del Interior, lo que faltaría), y un poco más para que comenzara la función.

"Calor, espera eterna, un resfrío que me tiene a mal traer, ¡¡¡Espero que la obra valga la pena!!!", pensaba.

Pero hablamos de la Compañía A Cuerda, así que eso tendría que darlo por descontado: con el correr del tiempo va aceitando sus engranajes artísticos, depurando algunas fallas mecánicas de tiempos anteriores y logra resultados brillantes como el de anoche.

Sabrina Paterno y Carolina Schneiter se lucen como Hanna Glawari y Valencienne respectivamente, bellos timbres (también ellas, ejem), un canto lleno de intención y excelentemente actuado.

Fernando Fotinós compone un excelente Danilo desde la actuación y uno muy bueno desde el canto.

Agustín Novillo realiza una muy buena labor como Rosillon.

De destacar la actuación de Miguel Giménez como N`jegus, así como la del resto del elenco, que resultó homogéneo en cuanto a lo bueno de sus intervenciones.

La coreografía de Cecilia Dericia llevada a cabo por las Grisetten y Ricardo Sabattini, fue otro de los aciertos de esta puesta.

La regie de Cecilia Ruiz Posse resultó dinámica, fluída, casi sin dar respiro al espectador, muy buena en los momentos grupales y excelente en los íntimos.

Acompañados con encanto y maestría al piano por Gerardo Casalino (¡cómo gana la obra cuando es con piano y no con un órgano o sintetizador eléctrico!) y con las acertadas y excelentes intervenciones de Luciano Casalino al violín (creo que he escrito muchas veces "excelente" en esta crítica, eso es muy bueno).

En primera fila, dirigiendo, Patricia González, artífice de esta Compañía A Cuerda.

El público ocupó el 50 % de la sala aproximadamente y, salvo el señor que no podía leer los sobretítulos (pequeños y brillantes) y le preguntaba a su acompañante lo que ocurría, un niño inoportuno que lloró o berreó (Sres. Padres: dejen a los niños en sus hogares hasta que sean mayorcitos), un par de celulares que sonaron a pesar de la advertencia al comienzo de ser golpeados (¡y no aprenden!), fue respetuoso y aplaudió y rió con la obra.

"¿¿¿Y el sabor a poco???" Bueno, me resultan poco dos funciones para poder disfrutar esta obra.

Hasta la próxima.

martes, 4 de marzo de 2008

* Equidad e Igualdad de Oportunidades en Córdoba

Dando una vuelta por la página oficial del Gobierno de la Provincia de Córdoba, buscando algo más específico acerca de la programación del Teatro del Libertador en 2008 (ya que su sitio web aún no está actualizado), me encuentro con este bello fragmento:

"La subsecretaria de Cultura Cheté Cavagilatto remarcó que la base de la política cultural que defiende es volver a posicionar a Córdoba como un polo cultural, por la calidad y nivel de sus artistas. Destacó que el trabajo de la Secretaría sería el de fortalecer la identidad tanto a la cultura de Córdoba como otorgando equidad e igualdad de oportunidades para todos los artistas." (Lo de "Cavagilatto" estaba así en la página): http://www.cba.gov.ar/vernota.jsp?idNota=218532&idCanal=27

Me emocionan declaraciones como ésta, en las que se enuncian principios rectores hacia objetivos claros, posibles y deseables.

Como hay que materializar estos objetivos en hechos concretos, que se puedan apreciar en la realidad, le propongo a la Subsecretaria y a la Directora del Teatro del Libertador (y a quienes tengan poder de decisión en él) lo siguiente:

¿Por qué no llaman a Ariel Paltrinieri para cantar alguna de las funciones de Tosca o de Turandot (en los roles de Mario Cavaradossi o de Calaf, aclaro por las dudas)?

Han contratado a cantantes que no son cordobeses (uno de América, Buenos Aires, para la Tosca; otro, querido como cordobés, pero de Buenos Aires también, para Turandot) para todas las funciones de estas dos óperas, ¿No sería equitativo e igualitario que un tenor verdaderamente cordobés que no ha tenido oportunidad alguna en el Libertador, cante en algunas de las funciones de estas óperas?

Como verán, no digo sacar a los que ya están y poner a otro. No. Ya hay un compromiso con estos artistas, un compromiso que lamentablemente no respeta "la equidad e igualdad de oportunidades".

A todo esto no lo digo por "xenofobia interprovincial", lo digo porque muchos artistas cordobeses buscan tener su oportunidad en su propia ciudad, y no la tienen.

Espero que esto no caiga en saco roto, como cuando se realizaron "audiciones" para los roles de la Aida en 2005...

¿Se acuerdan? Salió hasta en el diario La Voz del Interior que los intérpretes se iban a seleccionar (y luego que habían sido seleccionados) mediante audiciones, cuando ya estaban elegidos con mucha anterioridad a las mismas Patricia Gutiérrez y Fernando Chalabe para los roles de Aida y Radamés.

A pesar de ello, Ariel Paltrinieri se presentó a la audición para el rol de Radamés (rol que había cantado al piano el año anterior en el Teatro Real) y no fue elegido. ¿Recuerdan cómo fue el Radamés de Chalabe? O mejor no recordarlo, ¿verdad?

Podría explayarme en las virtudes de uno y en los defectos de otros (algunos también tienen virtudes, claro), pero no lo hago porque una declaración como la de la Subsecretaria Cheté Cavagliatto me libera de hacerlo.

"Equidad e Igualdad para todos los artistas": demuéstrenlo con Ariel Paltrinieri.

Dejo realizado el pedido y, a la vez, abierto el debate.