sábado, 23 de julio de 2011

* Clásicos del Libertador - Teatro Del Libertador

Les narro unos Clásicos del Libertador:

a) Fui a comprar una entrada para el concierto de la sinfónica dirigida por el Mto. Vigil, muy bien atendido como casi siempre por el personal de la Boletería. Le pido una ubicación según el número que veo en el panel de madera, me la consigue, y al momento de pagar (ruido de camión frenando bruscamente) me dice: "No tengo cambio". Pagaba una entrada de 20 $ con un billete de 100 $.

b) Muy amablemente, se ofrece a guardarme la entrada y a que la pague luego (una vez que yo consiguiera cambio). "¿Hasta qué hora puedo retirarla?". "Hasta las 21:30 h...". Por cuestión de principios, le dije que no.

c) Estaba llegando 10 minutos antes de la hora prevista a la Gala del 9 de Julio, junto con mi amiga Laura, con las entradas numeradas en mano y (oh, una vez más!), nos topamos con el cuello de botella que se produce al ingresar al Libertador, porque TODOS entramos por la misma puerta, los que no tienen entrada numerada (paraíso) y los que tienen entrada numerada (demás ubicaciones).

Un habitué del Libertador dirá "Es lo normal". Y le diré: "A esta a-normalidad nos acostumbramos".

¿Por qué? Porque:

No es normal que al comprar una entrada no haya cambio, y menos que lo manden a uno a buscar cambio. No están vendiendo cospeles. Deben prever el cambio necesario para la venta de entradas, y si se quedan sin cambio, buscarlo. 

No puede ser que el Libertador aún no acepte tarjetas ni de crédito ni de débito para comprar entradas, ni hablar de comprar por internet.

No puede ser que el Libertador todavía se maneje con los paneles de madera y los palitos para marcar las ubicaciones disponibles, sin que se distinga fácilmente qué ubicaciones tienen cuál visibilidad del escenario, esperando siempre la buena voluntad (que casi siempre la hay) de la gente de la Boletería. (Agrego: No se puede seguir cobrando lo mismo por un asiento de segunda o tercera fila con visibilidad reducida que por uno de primera fila al centro.).

Es inconcebible que se siga produciendo ese cuello de botella al ingresar a las funciones, cuando hay tres puertas en el acceso principal, y una más antes de llegar al Museo.

Sigue siendo ridículo que siendo tan fácil hacerlo, el Paraíso siga sin numerarse. O se numera o se le facilita el acceso a la gente que espera a veces incluso media hora antes de que se abran las puertas para poder lograr una buena ubicación, que dependerá la más de las veces de su resistencia física. Y no hablemos del chasco que supone subir los ¿cinco? pisos hasta el paraíso, ser los primeros en llegar DESDE AFUERA, y ver que los mejores asientos ya están ocupados por personas que no estuvieron haciendo la cola ¿llegaron por teletransportación? NO, POR ACOMODO.

Es una completa falta de respeto que se sigan vendiendo entradas hasta la hora pautada para el comienzo del espectáculo, lo cual sumado a la desorganización en el ingreso, provoca un caos de gente amontonada y empujándose. Supongamos que se organiza el ingreso y se puede seguir vendiendo entradas... las personas que compren luego de cierto horario, deberían poder ingresar recién en el intervalo que tenga la obra, así nos evitamos a la gente hablando mientras comienza la obra, pidiendo permiso para pasar, tanteando cuál es su asiento, e incluso cayendo al piso sonoramente, como sucede SIEMPRE.

Es incomprensible que todavía se le permita el ingreso a personas con bebés. Basta de llantos, gritos, gimoteos, etc de bebés (o de niños cuyos padres saben muy bien que no se van a comportar en el Teatro) durante las funciones. Si los padres son lo suficientemente idiotas como para llevarlos, el Teatro debe ser un poquito inteligente al impedirles el acceso. BASTA. 


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Es conocido que cuando los jóvenes positivistas subieron al poder en Buenos Aires, realizaron simples acciones que cambiaron muchas cosas: por ejemplo, dieron vuelta el empedrado de las calles, poniendo el lado liso hacia arriba, y de esa forma se rompieron muchas menos carretas, los caballos no se lastimaron como antes, etc.

Bueno, desde hace unos 7 años tenemos la misma dirección en el Libertador y la tendremos 5 años más: ¿le parece que empecemos a DIRIGIR el Teatro, al menos haciendo estos pequeños cambios? Por supuesto, teniendo por Norte lo que es más importante.

Hasta pronto.

4 comentarios:

  1. TIENE RAZÓN DOCTOR , LOS POBRES , LOS NEGROS ,LOS SUCIOS , LOS FEOS , TIENEN QUE INGRESAR POR OTRO LUGAR.

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  2. Las grandes falencias de nuestro sistema educativo se manifiestan, por ejemplo, en la comprensión de textos. Sos la prueba viviente de ello.

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  3. Hola Daniel, te cuento y les cuento, que el sabado fui con mi esposa a escuchar a la orquesta y a Bruno Gelber, de lo cual ya hablare, pero queria comentar a raiz de lo que explica Daniel, que, como puede ser que nuestro teatro no tenga paneles electronicos de la planta de localidades para comprar las entradas y que en la perfumeria Fio.... que era la encargada de vender entradas ademas del teatro si tenia en sus pantallas la planta de localidades lo cual significo que en menos de 5 minutos sali contento y feliz con entrada codificada en mano lo que hace ademas que no se puedan plagiar... me pregunto porque no hacen lo mismo en las boleterias del teatro??? en fin cosas que no puedo entender y me provocan una impotencia terrible, sera que con este sistema no se pueden robar entradas....??
    Compramos unas hermosas cazuelas, lastima que el entorno no fue tan hermoso....no entiendo que la gente pague una entrada, que no era para nada barata y se la pase hablando y riendo, lo cual no seria nada si lo hicieran en los pasillos, el tema es que lo hacen en plena funcion y al lado, delante o atras tuyo!!!!por queeeee??? habia momentos extraordinarios por la musica y la dificultad pianistica en las que Gelber salio airoso por cierto, en donde se creaban unos climas increibles por los matices que arrancaba del piano y esta gente tan maleducada como si estuviera en un baile de cuartetos, encima sorviendo ruidosamente la gaseosa que se compraron en el intervalo y que entraron a la sala sin que los acomodadores dijeran ni mu, cuando se sabe que esta prohibido entrar a la sala con bebidas ni comidas, ni hablar de los papelitos de caramelo que se abren justo en el pianissimo del solista..aaaahhhhhhh!!!! Y como si esto fuera poco sumale la gente que llega tardisimo y en lugar de esperar el termino del movimiento musical para hubicarse, se abre paso a como de lugar para sentarse justo en la platea que esta en la mitad de la fila haciendo levantar a 15 o 20 personas con todo lo que esto significa...brrrrrrr!!!! y falta la frutillita del postre!! el infaltable celular, la botella de vidrio de gaseosa que se cae estrepitosamente sobre el piso de madera (hueco), los niños y no tan niños que se mueven como si tuvieran paquidermos en sus traseros y la lista puede seguir y seguir..... Gracias a Dios la Musica pudo por sobre todo y los interpretes impecables, lograron emocionarnos y salir de la sala con el espiritu lleno y el alma plena de sentimientos que los artistas lograron transmitir. Hadrian Avila dirigio con mucha calma el dificil concierto de Rachmaninov pidiendo matices muy sutiles a la orquesta en pos del lucimiento del solista y dandole a la parte orquestal el peso de acompañamiento pero luciendo en las partes sonoras que el compositor a dado a la orquesta. De Gelber ya dije, fue sobresaliente la interpretacion, logrando sutilezas, pianissimos, cadencias que si uno escucha grabaciones no las encuentra. En cuanto a la Sinfonia de Shostakovich, dedicada al fallecido primer cellista de la sinfonica Ricardo Guida, fue una delicia para el oido, permitiendo el lucimiento individual de los solistas de cada fila, destacandose a mi gusto el concertino, el pimer cello, el oboe, el fagot, el piano, pero en general sono compacta con algun altibajo en los bronces pero que no malograron esta obra de juventud del compositor ruso. En definitiva una velada Musical con letras mayusculas!!

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  4. Hola Andrés! Son cosas muy simples de llevar a cabo, hay que tener la voluntad y la visión de hacerlas.
    Yo me preguntaría si esas personas COMPRARON sus entradas, y aunque me respondieran que sí, lo dudaría: nadie (o casi nadie) compra entradas para un concierto como ese para comportarse de la forma en que decís.
    Mil gracias por un "review" tan detallado y tan bellamente sentido del concierto de Gelber, la OSC y HAA.
    Ricardo Guida: no tuve el gusto de conocerlo más que desde el público, con mi mamá siempre lo veíamos sonriente o disfrutando lo que hacía. No lo conocíamos por nombre, recién relacionamos el nombre que salió en las noticias cuando en un concierto nos dimos cuenta de que faltaba ese cellista que disfrutaba tanto su arte.
    Un abrazo!

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