domingo, 22 de junio de 2008

* Alegres por la Viuda - 1er Elenco - Teatro del Libertador

Empecemos con un consejo: si tiene pensado invitar a alguien al teatro, asegúrese de comprar las entradas con tiempo. Si va solo, no se preocupe (tanto).

Lo digo por que invité a una amiga que por suerte me dijo que no podía. ¿Por qué por suerte? Porque cuando llegué a la boletería del Libertador, a las 20:47 aproximadamente del sábado, estaban por colgar el cartelito de "Localidades agotadas". Quedaban dos lugares en cazuela (además de los palcos, que en precio son 4 plateas, aviso, porque mucha gente no lo sabe), compré una cazuela y listo.

Otra cosa: las entradas no se devuelven. Si compró, por ejemplo, una cazuela y después quiere comprar una platea, devolviendo la cazuela y pagando la diferencia, no insista. Aunque la cazuela sea primera fila y al centro y la platea primera fila en una punta, no le hacen cambio. Terrible, digo yo.

Agreguemos algo más: mi hermano llegó a casa con mi hermosa sobrina de 4 meses justo cuando estaba por salir hacia el teatro. ¿Entonces qué hice? ¿Tomé a mi sobrina de 4 meses y la llevé al Teatro, total "no llora mucho, es rebuenita"? No, claro que no. Sería idiota si lo hiciera ¿se entiende?

Feliz de haber conseguido entrada para la función (¿dije que se agotaron las entradas? ah, sí...), tomo posesión (corpus et animus) de mi butaca.

La cazuela en tercera fila siempre me ha parecido horrible. Uno está cerca del techo, acorralado contra la pared, la visión queda enmarcada entre los paños RI que cuelgan, las columnas y las cabezas de las personas que se sientan en las dos filas que uno tiene adelante. No es un buen lugar. El buey lerdo bebe el agua turbia, dice siempre mi papá.

Por suerte, tuve a dos buenas acompañantes a mi izquierda, dos señoras de las cuales una era (sorpresa) la abuela de Sabrina Paterno (¡pero claro, si es el mismo rostro!). Muy amables y conversadoras, tuvimos una buena charla durante el tiempo que estuvimos allí.

Por comentar, les diré que la señora que acompañaba a la abuela de Paterno nos dijo que fue a comprar el CD de la ópera Carmen a una disquería muy conocida que queda en el centro y que llamaremos, por llamar nomás (cualquier parecido con la real realidad del hoy es pura coincidencia), Edén... A su pregunta de si tenían el CD de Carmen, le contestaron: "¿Pero cuál es el apellido de Carmen?". Si alguien lo sabe, comuníquese con la disquería.

La gran parte del público seguía llegando (TARDE, como siempre y, lamentablemente, los seguían dejando entrar). A lo que la abuela de Paterno nos refirió la anécdota de un gran director (¿Toscanini? no lo recordaba bien y yo no lo sé), que cuando le preguntaron qué obras conformarían su programa en un concierto en el Teatro Colón, decía: "La obertura de tal, la obertura de tal otra, la obertura de aquélla...". ¿Por qué tantas oberturas?, le preguntaron. "Porque los argentinos siempre llegan tarde a las obras y nunca las han escuchado".

Dos puentes unían el escenario con la platea, anunciando que parte de la acción se desarrollaría allí, como finalmente ocurrió.

Los fríos de éste recién empezado invierno dejaban dudas de si la Compañía A-Cuerda vería diezmada sus filas como ocurrió en Las Bodas de Figaro del año 2005 en esta misma sala, que había sido estrenada con éxito en el Real un año antes y sin tanta suerte por esto que digo (y otras cosas) en el Libertador.

Felizmente esto no ocurrió, y salvo algunas voces que se notaron pequeñas para un teatro mediano (tal vez imputable a mi ubicación...), todo se desarrolló muy bien:

Sabrina Paterno, de quien su abuela se siente justificadamente orgullosa, tiene un muy buen desempeño tanto en lo vocal como en lo actoral, como nos tiene tan mal acostumbrados.

Fernando Fotinós (el adorado por las mujeres que estaban a mi derecha), cumple una buena labor, desenvuelto en lo escénico, tornándose más seguro al cantar a medida que avanzaba la obra.

Carolina Schneiter una vez más realiza un excelente trabajo.

Agustín Novillo, que en el Real había notado hasta nervioso y en un escalón más bajo que sus compañeros, suelta su voz y su cuerpo e interpreta en gran manera su Camille Du Rosillón. ("¿Y si estuvo tan bien por qué no ponés un video de él?" Respuesta: Porque fui tapado por la chica que estaba en segunda fila y no tenía mejor cosa que hacer que jugar con su pelo, enrulándoselo. Cosas de llegar tarde y ocupar malos asientos).

Enrique Roitter como Barón Zeta despierta simpatía en sus pasajes hablados, mientras que en los cantados no se lo nota bien del todo como en otras oportunidades.

Gabriel Carasso arranca las mayores risas del público y vuelve a su pequeño rol en uno de los más importantes de la obra (bué, no tanto, pero sí).

Ah, y el borracho de la fiesta (maestro), muy bien caracterizado.

El Coro del Seminario estuvo excelente, qué otra cosa puedo decir.

La orquesta académica me gustó, si bien el sonido me resultó algo plano y la dirección en un tiempo un poco lento, me gustó.

La escenografía fue mínima, lo cual se puede entender muy bien en el Aula Magna, un poco en el Real, pero para nada en el Libertador.

Lo anterior fue un poco menos notorio gracias a un excelente trabajo de vestuario.

La proyección en un telón de fondo de algunas escenas no le aportaron mucho a la trama a mi entender, pero estuvo bien.

Muy buen trabajo de los bailarines.

Fluído y acertado el trabajo de Cecilia Ruiz Posse en la regie.

Agrego que me pareció muy bueno el programa de mano, que no es de esos aparatosos, mal diagramados y pésimamente escritos de, por ejemplo, Madama Butterfly 2005, o el de la Tosca de este año, que aún siendo a todo color y grandes, dejan mucho que desear (aunque lo de Fernando "Fotitos", es casi imperdonable).

Ojalá no me olvide de nada, al volver a casa se me lavó un poquito la memoria al cambiar de canal y pasar por el programa "Fugitivos del sol"... había una banda de chicos tocando cuarteto. Quedé hipnotizado... como cuando uno no puede dejar de ver un desastre.

Espero sus comentarios, saludos.

6 comentarios:

  1. El N´jegus de Albrieu estuvo fabuloso!!! Eso te faltó!!!! (y mejor que "el borracho" de la fiesta)

    Saludos

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  2. ¡Eh! al borracho de la fiesta no me lo critiqués, jaja.
    Bueno, gracias por decirlo!!!
    Me olvidé, es que esos chicos eran tan malos que creo que tengo daño cerebral.
    Saludos!

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  3. de qué habla, da?? entendí todo el "diálogo" hasta su última respuesta.
    síiiii genial el n'jegus del primer elenco!! el otro bastante amateur, es cierto... ademas los cercanos a la compañía sabemos quién le puso esa onda a Njegus. Igual el otro ta bien, fue reemplazante en el Real y medio que quedó en estas puestas "por compromiso".
    qué buen blog! voy a seguir leyendo. saludos!

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  4. Bueno, gracias, lo que decía era que me olvidé de nombrarlo al N´jegus por que había visto el programa Fugitivos del sol, los chicos malos eran de ese programa! Saludos.

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